SSHHH... CALLA'OO

¿Te ha pasado que le cuentas tus proyectos, ideas a las personas equivocadas? O que brindas recomendaciones y consejos ¿y no te hacen caso? O peor aún, ¿que eres un entrometido? Brindas tu ayuda con todas las mejores intenciones porque genuinamente deseas que todos los demás sean personas exitosas y de bien. Los aconsejas y les adviertes porque tú eres la voz de la experiencia (ya pasaste por eso y sabes que lo que deben y lo que no deben hacer), en otras palabras, deseas evitarles dolores de cabeza…
Pero, ¿sabes qué? ¡NO SEAS PRESENTA’O! (al menos esa es la percepción de ellos) ¿No entiendes que no les interesa tu opinión? Te voy a facilitar a ti que me lees, a ti que siempre deseas ayudar a los demás, a apoyarlos en todo lo que hacen, a intentar de facilitarle todo el camino…
- Ni eres “coach”, ni eres mentor
- Tienes que dejarlos que aprendan por ellos mismos y
- ¿Te pidieron tu opinión y/o ayuda?
¡Ya te facilité gran parte! Queda de ti, si lo aceptas o no. Te voy a contar algunas cosas que me han pasado a mí, no solo en este largo camino, sino de otros asuntos en mi vida profesional y personal.
He brindado consejos, he recomendado lo que entiendo más conveniente en base a mis experiencias, he compartido mis deseos, mis ideas y mis futuros planes de negocio con gente que uno piensa que quieren lo mejor para ti… y ¿sabes qué? ¡ERROR! Tengo que decir que tampoco puedes pretender que a las personas que le cuentas reaccionen como tú deseas, y si reaccionaron como no deseabas, tienes que aguantar presión, porque quizá esa persona ha tenido una mala experiencia con lo que deseas hacer y te lo está advirtiendo; o simplemente te está brindando su opinión. Si hablas de tu proyecto con alguien, tienes que aprender a aceptar todas las críticas, buenas o malas… por lo tanto, ¿qué es mejor? Sshhh… calla’oo.
Pero volviendo al tema, confié en la persona equivocada. Mi intención de hablarle de mi proyecto era porque sabía que iba a tener grandes oportunidades. Necesitaba escuchar de esa persona “tú vas a lograrlo”, y fue lo menos que recibí.
Sin embargo, en un momento inesperado sin siquiera hablar bien del asunto y viniendo de una persona muy querida en mi vida, llegaron esas palabras… “Eres una mujer emprendedora y muy apasionada en todo lo que haces y sé que vas a ser exitosa”. Esas palabras fueron muy conmovedoras y calaron muy profundo, más aún viniendo de esa persona que tanto respeto y admiro. Todavía las recuerdo y bastó para motivarme aún más. Con esto quiero decir, que a veces confiamos en las personas equivocadas, y para evitar este tipo de dolor que me causó la persona que aprecio muchísimo pero que simplemente no creyó en mí, definitivamente lo mejor es NO DECIR NADA. Aprendí que, si realmente una persona se interesa por tu bienestar, te va a preguntar y esa conversación se dará con fluidez. Por el contrario, si te adelantas a hablar de tu idea, proyecto, etc., quizá lo harás con las personas equivocadas. Así que solo espera, que la persona adecuada llegará.
En cuanto a brindar consejos, recomendaciones, etc., aprendí lo siguiente: Si no te han pedido tu opinión o recomendación, si no han pedido tu consejo, NO OFREZCAS TUS PALABRAS, NO SEAS PRESENTA’O. Evítate el sufrimiento, los malos ratos, las frustraciones… Sshhh calla’oo…